¡Buenos días, hippies! Ya tocaba un post de reflexión en el blog y como siempre escribo sobre cómo me siento o sobre lo que ronda por mi cabecita, el artículo de hoy va sobre el miedo, más bien os hablo de uno en especial que últimamente me está acechando. Pero antes de empezar os dejo con un extracto de una conversación que tuve con alguien muy especial el otro día sobre la cima, ese punto más alto de la montaña que podemos alcanzar en nuestra vida, (yo soy la del color verde):
– No hay un tope en nuestra vida. No hay cima. La cima es entelequia. No existe.
+ ¿No existe? ¿No hay un máximo que alcanzar?
– No. Digamos que la vida es como una montaña interminable, algunos se quedan abajo y unos escalan más que otros.
+ ¿Entonces? ¿No nos sentiremos frustrados por no poder llegar al máximo en nuestras vidas?
– ¿Frustrados? Para nada. Si hubiera cima todos querrían llegar a ella y allí se quedarían, pero al no existir, una vez que llegas a un nivel puedes ir a por otro, y luego a por otro, y así toda tu vida, siempre superándote a ti mismo.
El tema salió porque le empecé a contar que estaba y estoy en un momento de mi vida en el que me siento algo perdida, no sé exactamente a dónde voy ni a dónde quiero ir. Y de eso quiero hablaros hoy, del miedo a sentirse perdido, a creer que no estás en el máximo de tu vida, que no sabes a dónde vas y por eso ahora mismo sientes que estás estancado en algún lugar bajo de la montaña. ¿Comenzamos con la reflexión? “El miedo es natural en el prudente y el saberlo vencer es ser valiente.”
El miedo viene a veces en forma de ¿y si…?, puede ser una pregunta para la que no tenemos respuesta o puede ser un sentimiento raro en el cuerpo que nos hace pensar que hay algo que no marcha bien. Después de un ataque de pánico que cual tempestad te deja el interior patas arriba sientes que estás perdido y es por eso que debes hacer algo por sanar el miedo. Pero antes quiero que sepáis que el pánico es normal. Todos, absolutamente todos tenemos pánico en muchos momentos de nuestra vida, yo también me incluyo, aunque siempre hable sobre las buenas vibraciones y sobre la positividad, yo también tengo mis miedos y temores. Me aterra que pasen los años y no haga nada especial con mi vida, me asusta sentirme perdida sin rumbo, sin saber exactamente qué es lo que quiero o qué puedo hacer. La sensación esa de no tener nada, de sentir que no encajas o que lo que tienes en el momento no te hace lo suficientemente feliz, eso es algo que me asusta. Siempre he pensado que si me siento así, lo dejaré todo para ir en busca de la felicidad que necesito. Pero claro, para eso tengo que saber las respuestas a preguntas como: ¿dónde está mi felicidad?, ¿qué es lo que quiero hacer?, ¿quién quiero ser?. Me siento perdida porque no sé qué es lo que quiero, así que… ¿cómo voy a luchar por lo que quiero si no sé qué es? Me he dado cuenta de que ahí es donde reside el problema. ¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Lo sabes? Busca el motivo, el origen de tus miedos. ¿Has tratado de mirar dentro de ti y de rebuscar hasta en lo más profundo?
Dicen que la vida es Yin & Yang. Tenemos positividad y negatividad, ganancias y pérdidas, buenos y malos momentos. Búscale la ganancia a sentirte perdido. Para mi los malos momentos son mi inspiración, cuando me siento perdida la ganancia es que mi mente no para de ordenarle a mi mano que escriba. Busca tu inspiración. ¿Cuál es? Ve a una cafetería, busca el mejor sitio, pide un café o té, ponte cascos si quieres y bolígrafo en mano empieza a escribir. Responde a la primera pregunta: ¿cómo te sientes ahora mismo? Expláyate. Cuéntale todo al cuaderno, deja que tu mente le ordene a tu mano que suelte todo lo que llevas dentro. Y después responde a la pregunta clave: ¿cómo quieres sentirte en cada uno de los aspectos de tu vida?, ya sea trabajo, familia, salud, amor, etc. Puede que parezca fácil pero no lo es, mientras iba escribiendo iba desatando el nudo que tenía dentro. Escribe un buen párrafo por cada aspecto de tu vida y al final escribe una pequeña conclusión/valoración. ¿Sorprendido/a? Tal vez no te conozcas tanto como piensas o tal vez has escrito algo que no querías admitir. Reflexiona. Ve a por los miedos y habla de ellos, es bueno, lo peor que puedes hacer es reprimirlos dentro de ti porque algún día te acabarán explotando y no será nada bueno.
De todas maneras, como sé que este tema va a dar para más, de momento os dejo con un “Continuará…”. Volveré a escribir sobre esto para hablaros de un libro muy especial que puede ayudaros y ayudarme a cambiar en cierto modo la vida o al menos la perspectiva que tenemos de ella.
Luz y buenas vibraciones hasta entonces,