Namasté febrero, ¿sabes? quiero que seas un mes muy bueno. Haré todo lo que esté en mi mano para que lo seas, me dejaré llevar y junto con el Universo fluiré. El mes de enero ha sido… no sabría como decirlo. Semanas potentes y semanas vacías. Mi vida va a ese ritmo. Las cosas nunca me vienen en pequeñas dosis, todo me viene a la vez. Algunas semanas no tengo nada nuevo en mi vida y en cambio a la próxima semana mi vida está llenas de nuevo cambios y lecciones. Lo sé, es bastante complicado. Parece que el Universo quiere que sea fuerte y quiere que aprenda a adaptarme a cualquier situación y a cualquier cambio. Y de eso va precisamente este artículo, de saber adaptarse y dejarse llevar.
“Deja que la vida esté contigo, no contra ti.”
Preciosa frase, ¿verdad? Hay tantas personas (entre las que yo me incluyo) que alguna vez nos hemos quejado consciente o inconscientemente de por qué la vida no nos da eso que queremos, de por qué nos lo pone tan difícil o por qué nos cuesta tanto conseguirlo. Y hacemos mal. Debemos aprender a vivir en armonía, dejar que todo fluya y no creer en esa existente creencia de que la vida está a veces en nuestra contra. ¿Pero crees que fluyes? ¿Realmente sabes dejarte llevar? llevaba tiempo diciendo “¿yo? ¡yo claro que me dejo llevar!” pero empecé a darme cuenta de que no lo estaba cumpliendo mucho, más bien diría que en absoluto. Eso de los planes improvisados, las cosas que surgen sin pensarlo, tareas sin organizar, aceptar los cambios repentinos… no, definitivamente lo de dejarse llevar no iba en absoluto conmigo. Reconozco que a veces me sorprendo a mi misma rebuscando en mi interior y encontrando “defectos” como estos, esas cosas ante las que nunca antes te habías parado a pensar, al menos me siento agradecida por darme cuenta por que así sé qué es lo que tengo que cambiar de mí.
Todo cambió cuando una mañana que estaba trasteando por Internet encontré un vídeo en el que aconsejaban hacer precisamente eso que yo no hacía. Dejarse llevar. Go with the flow. En el vídeo se centraban en el tema de conocer a personas aconsejando que nunca rechaces a alguien, ni le hagas un interrogatorio sobre lo que le gusta, sobre sus ambiciones ni nada parecido, porque a veces quien menos te lo esperas es quien más felicidad te proporciona. Y aplicar esto a cada ámbito de nuestra vida. Si no das oportunidades, si juzgas, si te entra pánico por cada paso que debes dar, si te sientes cobarde, si no te dejas llevar… no esperes que te den a ti las oportunidades, que no te juzguen y que den los pasos contigo. ¿No crees que entonces sería lo más injusto e hipócrita que puedes hacer?
Es por eso que debemos adaptarnos, fluir, dejarnos llevar. Siente la vida como un río, no importa lo que pase que siempre deberás seguir fluyendo constantemente. Con sus idas y venidas. Con sus partes buenas y malas. Como la filosofía del Yin & Yang, vivir en armonía con la naturaleza y dejar que las cosas sigan su propio curso. “Con el fin de alcanzar la felicidad tenemos que encontrar la armonía en todo lo que hacemos para que el Ying & Yang fluyan con los aspectos de la vida, pero siempre volviendo a un estado armonioso. Si éstos se encuentran fuera de equilibrio pueden causar sentimientos de infelicidad e incluso enfermedad.” Este 2016 mi lema va a ser “dejarse llevar”, abrirme a los cambios, a las aventuras, las experiencias y los comienzos. Aunque de miedo. Aunque tengas que correr riesgos. Creo que me falta un impulso, un salto, ESE salto. Tanto quiero hacer esto, tanto quiero ponerme en serio con eso, tanto voy a ir allí… sí pero ¿a qué esperas? ¿cuando te permitirás vivir esos sueños? Siente el impulso y actúa. Es lo que yo me he propuesto este año. ¿Y tú? Nos vemos la próxima vez con una deliciosa y saludable receta, hasta entonces os dejo con esta preciosa canción que descubrí el otro día: Bon Iver – Skinny Love.