¡Feliz cumpleaños a mi!
En unas horitas será ya 26 de Septiembre y entonces cumpliré un añito más 🙂 quería publicar esta entrada el mismo día pero he decidido hacerlo hoy la noche del 25 pues mañana estaré muy off del mundo virtual y no tendré tiempo para publicar este post. Al igual que el año pasado me encuentro en otro país en un día especial como este. Porque para mí sí que lo es, siempre me ha gustado hacer algo diferente en mi cumpleaños, no grandes cosas pero sí cositas pequeñas y diferentes a las que podemos hacer el resto de días. El año pasado estuve en Colombia y recuerdo que fue un día muy normal a la vez que especial siguiendo las filosofías de “menos es más” y “cuanto más soy, menos necesito”.
En los últimos 2 años he compartido mis cumpleaños con vosotros y os he regalado dos recetas: Tarta Chai con arándanos y mi Capuccino favorito, pero este año lo que os regalo es otra cosa completamente diferente. En las últimas 2 semanas he hecho dos clases de un curso de Abundancia y hoy quiero dejaros unas pinceladas; una mini reflexión que incluye un propósito y una película. Poneos cómodos, encended una velita si queréis y poned banda sonora.
Para empezar, quiero contaros que durante este último año mi vida ha dado un gran giro. Después de volver de Colombia me mudé a otro país y desde el principio no sentí la misma energía, la misma bonita conexión, y eso fue algo con lo que al principio no supe cómo lidiar, me hizo daño pues no supe cómo encajar mi verdadero yo en este lugar. Y ha sido ahora, hace muy poquito, cuando me he cerciorado de cuál es/ha sido aquí mi gran reto: conciliar con la Paula que regresó de Colombia sintiéndose hippie y más espiritual que nunca y aprender a sentirme así en un sitio y en una atmósfera completamente distintas. Y por fin, por fin he aprendido que puedo ser la Paula que yo deseo ser hoy, mañana, aquí, en China o en Perú. La profesión va por dentro. Como dije en mi anterior post, podemos ser nuestros templos de paz allá donde estemos.
Para conseguir ser nuestros templos, se requiere mucho tiempo de práctica, de cambio de mentalidad y de inspiración. Cambiar la mentalidad es algo que parece imposible, pero no lo es. Hay que entrenarla y mostrarle otras perspectivas pues ella ahí está, para atormentarnos muchas veces, tratar de manipularnos y hacernos creer todas esas creencias que la mente misma se cree. Creencias que han venido de fábrica sobre lo que la sociedad dice, quién debemos ser, qué debemos hacer, en qué pasos y en qué tiempos. Es curioso, pero ¿cuántas veces tu corazón no quería pensar en algo y tu mente sin embargo no hacía más que recordártelo? ¿O cuántas veces tu corazón quería salir con fuerzas, comerse el día, y la mente al contrario te hacía sentir insegura hablándote de tus inseguridades y miedos? Cuando comencé a leer el libro “El Poder del Ahora”, el autor hablaba mucho sobre este tema y no dejaba de escribir “Tú no eres tu mente.” No la odies, aprende a quererla y a enseñarle otras perspectivas, las de tu corazón.
Asimismo, libérate del ego y aléjate de lo que no te hace sentir bien. Lo que te dices a ti mismo, decreta la realidad que ves y en la que vives. Y lo creas o no, todo lo que le envías a otra persona, te lo estás enviando a ti también. Si estás rechazando la suerte de alguien, o su relación con x, lo estás rechazando para ti también. Todo es energía. Envías y recibes. Asi que busca tu inspiración. Ya sea una persona, un blog, una cuenta de Instagram (¡jajaja!), un libro, lo que te haga sentir en paz y en la dirección correcta a la persona que deseas ser, a la persona que realmente eres, a lo que te hace feliz, a lo que te apasiona, con lo que te sientes pleno… y después, inspira a otros.
Creo que este año, en mi cumpleaños, este es el mensaje que quiero compartir con vosotros. Pregúntate quién quieres ser e inspírate, empápate de libros, de personas, de lo que hace feliz a tu alma y crea una intención. Por Instagram este año estoy pubicando muchos lunes un mantra, una intención para la semana con el hashtag #mondayhippiemantra ¿por qué no te unes? 🙂 Ve poco a poco descubriendo tu camino, descubriendo la persona que puedes llegar a ser y por supuesto, acercándote cada día más a ser tu templo de paz. “Aunque nada cambia, si tú cambias, todo cambia”.
PD: Y por último, una recomendación: Sing Street. Una película para ser valiente, para no seguir a lo que el resto te dice o exige que hagas. Para vivir la vida como si la hubieses robado. La canción principal dice algo como “puedes ir a dónde tú quieres, puedes ser quien tu desees ser, tomar el volante, pisar el pedal a fondo, conducir como si lo hubieses robado”. Escúchala aquí 🙂
Namasté [Luz, Paz & Amor]
❤