¡Aloha! 🙂
Ya estamos en vacaciones de Semana Santa y como much@s sabréis, una de las cosas más típicas son las torrijas, ya sean las normales o las que llevan crema. Sin embargo, estos días me he preparado para desayunar unas Tostadas Francesas y he pensado en compartir con vosotros la receta.
Llevo años haciendo las clásicas French Toast, son tan sencillas como mojar unas rebanadas de pan en leche o bebida vegetal, después pasarlas por huevo y freír en una sartén. Como véis es súper parecido a las torrijas, sin embargo, yo llamo a éstas la versión saludable del clásico postre de Semana Santa. Primero, porque apenas llevan azúcar, poquísima en comparación con las torrijas. Segundo, porque estas tostadas francesas no llevan crema y tercero porque no van fritas en abundante aceite. Simplemente le pongo una cucharada de aceite de coco (o una nuez de mantequilla también valdría) y listo. Vuelta y vuelta en la sartén. No necesitan más.


Son súper sencillas y además como en esta receta he infusionado la bebida vegetal con especias y piel de limón, le da un toque que recuerda muchísimo a las torrijas, espero que os gusten tanto como a mi y que las disfrutéis estos días de vacaciones, que espero que sean muy especiales 🙂
Si queréis ese toque a torrija, os recomiendo que dejéis infusionar la leche. Mínimo 1 hora o toda la noche. Sólo así conseguiréis ese sabor tan característico. Y para acompañar, podéis poner fruta, crema de cacahuete o de chocolate, o simplemente un poco de sirope de arce.
Tostadas francesas, versión torrijas
Plato: desayunos, dulcesCocina: semana santa, saludableDificultad: Fácil2
raciones20
minutosIngredientes
2 rebanadas de pan (de vuestra preferencia)
1 vaso de leche de almendras *de avena, soja o normal
Un trocito de piel de limón
1 rama de canela
Pizca de sal
Cardamomo y clavo al gusto (opcional)
1 huevo
Toppings: fruta (fresas, arándanos, frambuesas…), sirope de arce o agave, canela para espolvorear, crema de cacahuete
Preparación
- En un cazo pequeño al fuego ponemos el vaso de leche con la piel del limón, la canela, el clavo y el cardamomo. Las cantidades dependen mucho de cada uno pues no a todos nos gustan en la misma medida, así que id echando a ojo y a vuestro gusto. Cuando esté muy caliente pero sin llegar a ebullición, retiramos del fuego y dejamos que repose. Yo recomiendo al menos 1 hora, sino también podríamos dejar esto hecho perfectamente la noche anterior. Antes de ir a la cama, quito todas las especias y el limón y dejo la rama de canela nada más.
- Retiramos las especias y el limón y echamos la leche en una fuente de cristal o en un plato hondo y grande y vamos poniendo las rebanadas de pan y mojándolas bien en la leche, siempre y cuando no las empapemos demasiado para que no se rompan. En otro plato hondo, batimos el huevo con una pizca de sal y pasamos las rebanadas también por aquí.
- En una sartén con una cucharadita de aceite de coco, ponemos el pan y dejamos que se doren durante un par de minutos aproximadamente por cada lado. Si os sobrase algo de leche, no la tiréis, podéis utilizarla por ejemplo para utilizarla en pancakes o porridge de avena.